Texto de Deleuze publicado en japonés en la revista Gendai Shis? (La revista del pensamiento actual), Tokio, diciembre de 1982, pp. 50-58. Trad, jap., Kuniichi Uno. Se trata de una carta enviada el 25 de octubre de 1982 a Kuniichi Uno, estudiante y traductor de Deleuze.
Querido amigo:
Gracias
por tu preciosa y acertada carta. Planteas muchas preguntas y, como siempre, el
que las plantea es el único que puede responderlas. Sin embargo, entre nosotros
hay confianza suficiente como para que me atreva a decirte cómo veo yo este
problema del relato.
En
primer lugar, el lenguaje no tiene ninguna autosuficiencia, según me parece. En
este sentido, no tiene nada de significante. Está hecho de signos, pero los
signos son inseparables de un elemento completamente distinto, no lingüístico,
que podría llamarse "los estados de cosas" o, aún mejor, las
"imágenes". Como Bergson ha mostrado a la perfección, las imágenes
poseen una existencia propia. Lo que yo llamo "dispositivo [agencement]
de enunciación" es algo hecho de imágenes y de signos que se mueven o
se desplazan por el mundo.
En
segundo lugar, la enunciación no remite a un sujeto. No hay sujeto de
enunciación sino únicamente dispositivo. Esto quiere decir que, en un mismo
dispositivo, hay "procesos de subjetivación" que asignan diversos
sujetos, unos como imágenes y otros como signos. Por esto me parece tan
importante eso que, en nuestras lenguas europeas, se llama "discurso
indirecto libre": es una enunciación perteneciente a un enunciado que
depende él mismo de otra enunciación. Por ejemplo: "Ella hace acopio de
sus fuerzas, morirá antes que traicionar...". Creo que toda enunciación es
de este tipo, está hecha de varias voces. En estos últimos años, se ha hecho de
la metáfora una operación coextensiva al lenguaje. Para mí no existen las metáforas.
Me gustaría decir que el discurso indirecto libre es la única
"figura" y que es él quien es coextensivo al lenguaje. No sé si en
japonés existe un discurso indirecto libre (tendrás que hablarme sobre esto).
Si no lo hay, probablemente sea porque es una forma tan consustancial al
japonés que no es preciso especificarla. Por otra parte, cuanto digo sobre el
dispositivo me parece que debe ser evidente para un japonés.
En
tercer lugar, la lengua nunca es un sistema homogéneo ni contiene este tipo de
sistemas. La lingüística, ya sea la de Jakobson o la de Chomsky, cree en estos
sistemas porque no podría existir sin ellos. Una lengua siempre es un sistema
heterogéneo o, como dirían los físicos, un sistema alejado del equilibrio.
Entre los lingüistas, Labov lo ha expresado con gran potencia, y por ello ha
innovado la lingüística.
Y
esto es lo que, en todo momento, ha hecho posible la literatura: escribir lejos
del equilibrio, escribir en la propia lengua como "en una lengua
extranjera" (Proust y el francés, Kafka y el alemán, etcétera).
Todo
esto explica por qué actualmente trabajo sobre el cine. El cine es un
dispositivo de imágenes y de signos (incluso el cine mudo comporta tipos de
enunciación). Me gustaría hacer una clasificación de estas imágenes y de estos
signos. Por ejemplo, hay una imagen-movimiento, que se divide en
imagen-percepción, imagen-afección e imagen-acción. Y hay otros tipos de
imágenes. Y a cada tipo corresponden signos o voces, formas de enunciación.
Habría que trazar un inmenso cuadro en el cual cada gran autor tendría sus
predilecciones. Y en este momento estoy descubriendo, maravillado, el cine
japonés.
Tu
amigo
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